El Maine Coon es un gato que destaca por su carácter afable y sociable. Sin embargo, algunos gatos de esta raza pueden presentar problemas de comportamiento relacionados con la agresividad o bien con el marcaje con orina, por ejemplo. En este post te contamos cómo solucionarlos.
El Maine Coon, una raza de gato con muy buen carácter
Si algo distingue a esta raza es su buena reputación en cuanto a carácter afable y cariñoso. Suelen ser gatos sociables que disfrutan con el contacto humano, capaces de llevarse bien con niños y también con otros animales que convivan en el mismo hogar. Realmente, la buena reputación de esta raza es merecida. Sin embargo, el estándar de raza es sólo una guía. Luego cada gato puede tener sus particularidades y desarrollar sus propias pautas de conducta. En algunos casos, estos felinos pueden mostrar problemas de comportamiento. La mayoría de veces están relacionados con: 1- La agresividad 2- El marcaje con orina dentro de casa Estos problemas pueden aparecer como consecuencia de múltiples causas, desde factores orgánicos hasta factores ambientales que estén afectando el comportamiento del Maine Coon. Su solución requiere paciencia, comprensión y, en muchas ocasiones, el asesoramiento de un experto en conducta felina. El primer paso para hallar una solución eficaz a los problemas de agresividad o marcaje con orina es averiguar por qué el gato está actuando de es manera.
Los problemas de marcaje con orina en los gatos Maine Coon
Los gatos marcan su territorio con su olor. Una de las formas de marcaje más comunes es la orina, aunque los gatos también marcan al frotarse contra objetos y personas o al arañar ciertas superficies y desprender feromonas desde la parte interdigital de sus patas. La idea de estos marcajes no es solo dejar claro que el territorio es suyo sino también avisar de su presencia a otros animales o personas. Los gatos, además, también tienen glándulas que desprenden feromonas en sus mejillas y en sus flancos. Por eso tu Maine Coon disfruta tanto restregando su cara y cuerpo contra ti, por ejemplo. Tu gato está indicando que tú eres “suyo”. Este comportamiento de marcaje tan comprensible y, en algunos casos, hasta adorable, puede llegar a ser desquiciante cuando descubres que tu gato se ha dedicado a orinar sobre tu almohada, tu alfombra o tu mantel. Si bien es cierto que los gatos siempre marcan su hogar con su olor y, en ciertos casos, con su orina, cuando el marcaje es excesivo u ocurre de forma repentina, se trata de un problema y las razones pueden ser las siguientes:
- Tu Maine Coon está estresado o asustado: los gatos domésticos suelen vivir en ambientes tranquilos y seguros. Sin embargo, son animales muy estresables y cualquier pequeño cambio en la rutinas o en el ambiente puede generarles estrés o ansiedad. La incorporación de un nuevo animal de compañía a la familia, un cambio de vivienda, la llegada de un bebé o incluso un cambio en la dieta habitual (pasar de una marca de pienso a otra diferente). Cuando un gato está estresado, una de los primeros síntomas visibles suele ser que orina fuera de su bandeja de arena, en lugares donde antes no lo hacía y con mayor frecuencia.
- Tu Maine Coon no está castrado o esterilizado: en gatos no castrados, puede ser común el marcaje con orina. Estos felinos quieren dejar constancia de que el territorio es suyo para evitar la competencia de otros gatos del vecindario. Si hay alguna hembra en celo próxima, este marcaje puede intensificarse todavía más. Se trata de una cuestión de instinto y, con el tiempo, puede convertirse en un hábito difícil de erradicar. Por eso, en algunos casos, la castración puede ser la solución más recomendable. Siempre se debe consultar con el veterinario.
- Causa médica: aunque la mayoría de las veces un problema de marcaje con orina está relacionado con las dos causas anteriores, también puede ocurrir que el origen sea orgánico. Es decir, que haya una causa médica detrás. Los problemas renales, por ejemplo, son comunes en gatos y pueden dar como síntoma el marcaje inadecuado. En este post puedes informarte con más detalle sobre la insuficiencia renal en gatos, sus causas y su tratamiento. También es muy común que los Maine Coon desarrollen problemas en el tracto urinario. Es lo que se denomia FLUTD en gatos. En este otro post te contamos más sobre los problemas del tracto urinario felino.
Ten en cuenta que una visita al veterinario es, siempre, la primera opción ante un problema de marcaje. Solo el veterinario puede descartar cualquier causa orgánica.
Problemas de agresividad en gatos Maine Coon
Aunque todos los que tenemos un gato en casa hemos sufrido alguna vez algún arañazo ocasiona o un mordisquito más fuerte de lo tolerable, la tendencia general de un gato equilibrado es la de ser cuidadoso con sus uñas y sus dientes.
Si tu felino ha empezado a morder o a arañar a la gente de forma regular -tanto si es mientras está jugando de forma brusca como si ocurre repentinamente, sin una razón aparente-, pon atención porque estás ante un problema que no debes ignorar.
Muchos propietarios de Maine Coon asumen que la tendencia agresiva de su gato irá desapareciendo con el tiempo. Sin embargo, tolerar comportamientos inaceptables como los arañazos o los mordiscos es lo mismo que incentivarlos: el gato aprende que son una manera adecuada de expresarse. El felino aprende que no hay ninguna consecuencia negativa cuando muerde o araña y, por lo tanto, seguirá haciéndolo incluso con mayor intensidad cada vez. Haciendo un poco de resumen sobre la agresividad en gatos, en este artículo podrás encontrar consejos prácticos para convivir con un gato que tiene tendencia a arañar o morder. Esperamos que te sean muy útiles. Las principales causas y soluciones del comportamiento agresivo en los Maine Coon son las siguientes:
- Tu gato ha aprendido a jugar de manera demasiado brusca: Es posible que tu gato adquiriera ese mal hábito desde pequeño. De hecho, jugar con tu felino utilizando las manos como elemento motivador (incitándolo, por ejemplo, con el movimiento de nuestros dedos) no es nada recomendable. Cuando el gatito es pequeño, es muy divertido ver cómo acecha tus dedos, se prepara para lanzarse a cazarlos y, finalmente, salta hacia ellos. Sin embargo, este mal hábito persiste luego en la edad adulta y la cosa deja de ser tan entretenida y pasa a ser dolorosa. Debes jugar siempre de forma tranquila (no sobreexcites a tu felino) y con un juguete entre tu mano y el gato para que ése sea el objeto de caza y no tu extremidad.
- A tu gato le molesta que lo toques en ciertos lugares o de cierta manera: aunque la mayoría de los gatos adoran que los acariciemos, los Maine Coon tienen mantos muy sensibles y pueden sentirse sobre-estimulados por las caricias en ciertos momentos. Los gatos sienten un aumento de su energía contenida después de una sesión de caricias. Eso puede hacer que ataquen el objeto que tienen más cerca -tu mano- con un arañazo rápido, o incluso que salten desde tu regazo y se lancen a morder o arañar a tu perro o a tu otro gato. Además, hay ciertas áreas del cuerpo de tu gato que pueden ser especialmente sensibles y activar una respuesta agresiva. No dejes nunca que los niños de la casa u otros adultos acaricien a tu gato en esas zonas solo porque les resulta gracioso que el gato reaccione. Piensa que los Maine Coon son gatos especialmente grandes y pueden causar daño. Por otro lado, si notas que tu gato reacciona de mala manera cuando lo acaricias en ciertas zonas o lo manipulas de determinada manera, debes estar atento porque puede ser un síntoma de dolor en esa zona. Acude enseguida al veterinario.
- Tu gato está redirigiendo su estrés: si tu felino se siente estresado o amenazado por algún cambio en el entorno, eso hará que reaccione con agresividad con mayor facilidad. El estrés es un detonante de la agresividad. Intenta detectar qué es lo que le está estresando o atemorizando y procura modificarlo en la medida de lo posible. La ayuda de un experto en comportamiento felino puede ser clave.
Esperamos que este artículo te haya resultado útil. Pero recuerda que, ante cualquier problema de comportamiento de tu gato, lo primero que debes hacer es consultar con el veterinario para que descarte algún problema orgánico y para que te recomiende el asesoramiento de un etólogo felino si fuera necesario.