El maullido es una vía de comunicación para nuestros gatos. Forma parte del lenguaje felino y debemos interpretarlo correctamente. Saber por qué maúllan los gatos puede ayudarnos a fortalecer nuestra relación con ellos.
Un gato maullando, un gato hablando
Cuando hablamos de lenguaje felino, el maullido es el equivalente a la palabra en lenguaje humano. Como las palabras, los maullidos pueden tener más de un significado. La clave para generar un buen vínculo afectivo con nuestro gato es aprender a interpretarlos correctamente. Aquí van algunas de las principales respuestas a por qué maúllan los gatos: 1- Para pedir algo: un gato maullando es un gato que, seguramente, está pidiéndonos algo. Como explican desde el Grupo de Especialidad de Medicina Felina de la AVEPA, el uso del maullido es un comportamiento que se aprende; si el gato maúlla y casi siempre obtiene una respuesta o recompensa por parte de su propietario, entonces este comportamiento se repetirá. Por eso desde este grupo de médicos veterinarios especializados en salud y comportamiento felino advierten que no hay que responder siempre dando comida a un gato que maúlla porque pensemos que tiene hambre. De esta forma, podríamos correr el riesgo de generar un hábito incómodo: un gato maullando cada dos por tres porque sabe que recibirá un suculento premio si lo hace. Algunos gatos emiten el mismo sonido independientemente de lo que pidan, pero intentan mostrarnos el objeto de su petición (por ejemplo la puerta de salida o el armario de la comida) colocándose a su lado y mirando directamente al propietario, o a aquello que desean obtener. 2- Alertar de un peligro: Los gatos maúllan también para alertarnos de un peligro. Habitualmente, lo hacen mientras deambulan de un lado a otro. Si la amenaza que han detectado está en el exterior de la vivienda, puede que deambulen de una ventana a otra mirando hacia fuera. 3- Para expresar dolor: otra de las razones por que maúllan los gatos es para expresar dolor o incomodidad. Hay que estar muy atentos a esto porque puede alertarnos de un problema de salud. También debemos alarmarnos si tenemos un gato que suele ser muy maullador y, de repente, parece que está más callado de lo normal. 4- Estrés o ansiedad: Los gatos son animales muy estresables por naturaleza. Los cambios de ambiente, los ruidos fuertes y las visitas de extraños pueden afectar a su comportamiento. También la soledad, en el caso de algunos gatos. El maullido puede ser una expresión de estrés o de ansiedad. 5- Saludo: es fácil reconocer cuándo un gato maullando nos está saludando. Seguramente, mientras maúlle se frotará también contra nuestra pierna. En estos casos, hay que responder al saludo con educación felina ;) Un par de toquecitos cariñosos entre las orejas sería una buena forma de contestar al saludo, tal como indica la blogger felina La loca de los Gatos. 6- Enfermedad: Ya hemos dicho antes que el maullido puede ser una expresión de dolor o incomodidad. Por lo tanto, puede ir ligada a un problema de salud. Ante cualquier sospecha, siempre hay que acudir al veterinario. 7- En celo: Las gatas no esterilizadas suelen maullar constantemente durante el celo, como fórmula para atraer al macho. Este maullido termina cuando cesa el celo.
El maullido no siempre es una petición de alimento
Una de las principales advertencias de los veterinarios es no responder siempre al maullido con comida. A menudo, los propietarios felinos confunden el maullido con una señal de hambre por parte del gato. Sin embargo, responder entregando comida a cada maullido puede tener riesgos a medio y largo plazo. Por un lado, como ya hemos explicado, el gato aprende a maullar continuamente para obtener la recompensa. Por el otro, podemos generar un problema de sobrepeso. En definitiva, lo mejor a la hora de saber por qué maúllan los gatos es atender al contexto general de la situación y observar al gato con atención.