Al igual que ocurre con los productos de alimentación que compramos para nuestro consumo, a la hora de elegir el alimento para nuestro perro, es muy importante saber interpretar las etiquetas de nutrientes e ingredientes utilizados para la elaboración del mismo, y en general toda la información que el fabricante nos ofrece a través de las caras del saco. Sólo de esta forma tendremos conciencia de lo que realmente le vamos a dar de comer y tomar la decisión correcta.
¿Qué tipo de información podemos encontrar en una etiqueta?
- Composición e ingredientes del alimento
- La etapa de vida del perro a la que corresponde la referencia (adulto, cachorro, o senior)
- Beneficios claves del producto
- Fecha de elaboración y caducidad
- Contacto del fabricante o distribuidor
Que no te den gato por liebre
Centrándonos en la información nutricional del producto, es importante conocer la lista de ingredientes, pero también lo es poder interpretar determinadas afirmaciones publicitarias que, aún siendo legales, pueden llevar a engaño al consumidor. Veamos un ejemplo. A continuación indicamos las diferentes formas de dar a entender que un producto “puede” contener pollo en su lista de ingredientes:- “Sabor a pollo” ¡No es necesario que contenga pollo! El sabor puede proceder exclusivamente de saborizantes y no contenener un sólo gramo de pollo.
- “Con pollo” Debe contener al menos un 4%, pero el pollo puede proceder de subproductos como cabezas, patas o intestinos, es decir, en estos casos la fuente de la proteína sería de baja calidad.
- “Rico en pollo” Debe contener un mínimo de 14% de pollo, pero de nuevo, este puede proceder de subproductos como cabezas, patas o intestinos.
- “Pollo” Debe contener un mínimo de 26% de pollo/cordero/ternera, etc.