Buscar

Escribe qué es lo que buscas para encontrar el artículo o producto adecuado para ti.

¿son malos los huesos de pollo para los perros?

¿Es verdad que los huesos de pollo son peligrosos para los perros? En este post te explicamos cuales son sus riesgos y por que hay que andar con ojo.

¿son malos los huesos de pollo para los perros?

¿Es verdad que los huesos de pollo son peligrosos para los perros? En este post te explicamos cuáles son sus riesgos y por qué hay que andar con ojo.

Los perros están hechos para comer huesos ¿...o  no?

Muchas de las personas que defienden que los huesos de pollo son buenos para los perros argumentan que toda la vida los perros se han alimentado con sobras y no ha pasado nada.

En realidad, ese argumento es 50% cierto y 50% falso.

Si bien es verdad que los perros, históricamente, se han alimentado con sobras de la alimentación humana, no es cierto que esa sea su dieta ideal y tampoco es verdad que los huesos constituyan un alimento adecuado para ellos. En este post ya explicamos por qué no es bueno darle sobras a tu perro. A modo de resumen, dijimos que la dieta humana está preparada para satisfacer las necesidades nutricionales de las personas, y no las necesidades nutricionales específicas de un cánido. Además, tanto la dentición como el sistema digestivo de un carnívoro (perro) no es igual al de un omnívoro (humano) de manera que su organismo no está preparado para asimilar con la misma eficiencia ciertos ingredientes o alimentos. Más allá de eso, los huesos tienen un peligro añadido para los perros: pueden provocar perforaciones del aparato digestivo, atragantamientos y oclusiones intestinales. En realidad, sobre si son buenos los huesos para perros podríamos decir que:

  • Los huesos no son un alimento idóneo para los perros porque no proporcionan un buen aporte nutricional: contienen mucha proteína pero de baja biodisponibilidad. Y, aunque aportan fósforo y calcio, hay otros alimentos más digestibles que también contienen estos elementos.
  • Los huesos de pollo para perros, y cualquier otro aunque en menor medida, pueden provocar oclusiones y perforaciones intestinales, especialmente los huesos cocinados.
  • Pueden provocar atragantamientos.

Huesos crudos sí, huesos cocinados no

En los úlitmos años se han popularizado las denominadas dietas BARF (Biologocally Appropiate Raw Food) o ACBA en su acrónimo en español (Alimentación Cruda Biológicamente Apropiada), promovidas por médicos veterinarios con formación reglada como el Dr. Ian Billinghurst. Este tipo de dietas se componen, típicamente, de un 60%-80% de huesos carnosos crudos y sus defensores alegan múltiples beneficios para la salud y la longevidad de los perros. Sin embargo, estas dietas BARF aconsejan que los huesos que se le dan al perro sean siempre crudos y nunca cocinados. Tal como explican expertos promotores de la dieta Natuka:

“El peligro principal de los huesos cocinados para los perros radica en su cocción. Al cocerse, los huesos pueden perder el agua y el colágeno y convertirse en huesos que se astillan a diferencia de cuando estaban crudos.”

Huesos de pollo para perros: ¡peligro!

La mayoría de veterinarios están en contra de dar huesos a los perros para comer por los peligros relacionados que ya hemos comentado. Pero incluso aquellos profesionales que defienden que los perros pueden comerlos, recomiendan evitar los de ave si son crudos. Los huesos de pollo, o de ave en general, suelen ser astillosos y demasiado finos, de manera que presentan un gran riesgo: pueden clavarse y perforar con cierta facilidad el aparato digestivo del perro. En estos casos, es necesaria una intervención quirúrgica para salvar la vida del perro. En cuanto a los huesos para perros que no son de pollo, algunos expertos dicen que cualquier hueso medianamente blando, estando crudo, es apto para que lo coma un perro, siempre que se acompañe de la carne que lo rodea. Esto es porque los huesos se ablandan con el masticado y el salivado y, junto a la carne, se convierten en una pasta que no supone un peligro para el tracto digestivo del perro.

En conclusión

  • Los huesos no son el alimento más recomendable para los perros por su peligro de provocar oclusiones y perforaciones intestinales y porque no proporcionan un aporte nutricional adecuado
  • Los huesos de pollo para perros son los más peligrosos porque se astillan con facilidad
  • Si optas por una dieta natural, procura siempre que los huesos que le das a tu perro sean crudos y nunca cocinados, ya que estos últimos tienen mayor riesgo de astillarse.

Por: Equipo Veterinario Nutro