La salud adulta de un perro depende, en gran medida, de su alimentación durante la etapa de cachorro. Por eso es tan importante tener claro cuál es el mejor pienso para cachorros y qué debe contener. Los cachorros requieren el doble de energía, aproximadamente, que un perro adulto. Su organismo está en pleno desarrollo y necesita esa energía para generar nuevos tejidos, nuevas conexiones neuronales y para procesar una gran cantidad de información nueva en el cerebro. Por todo ello, a la hora de encontrar un buen alimento para cachorros lo principal es asegurarse de que cubre los requerimientos energéticos propios de esta fase de crecimiento.
Qué debe contener un buen pienso para cachorros
Proteínas Las proteínas son imprescindibles para el organismo de cualquier cachorro porque son componentes estructurales de sus músculos, tendones, ligamentos, piel, pelo, etc. Por tanto, en la fase de desarrollo en la que todos esos elementos se están generando o expandiendo, las proteínas son clave. El crecimiento y la reproducción de las células no es posible sin las proteínas. Además, son vitales para el sistema inmunológico. Por tanto, una de las premisas básicas de cualquier buen pienso para cachorros tiene que ser un aporte proteico adecuado. ¡Pero cuidado porque no todas las proteínas son igual de buenas para tu cachorro! Si no son digestibles, no sirven de mucho. DHA y ácidos Omega 3 y Omega 6 El DHA,ácido docosaexaenoico, es un ácido graso esencial que ayuda a fomentar el crecimiento del cerebro en los cachorros por lo que es recomendable incluir en la dieta de los cachorros este ingrediente. Una fuente natural de DHA es el aceite de pescado. Para saber más sobre los ácidos grasos esenciales en la dieta canina puedes consultar este otro artículo. Vitaminas y minerales Tanto las vitaminas como los minerales son elementos imprescindibles en la receta de cualquier pienso para cachorros. Cada tipo de vitamina cumple una función determinada. En este artículo encontrarás una buena guía sobre cuáles son estas funciones. Por su parte, los minerales son elementos inorgánicos que intervienen en múltiples funciones del organismo, como la formación de hueso y cartílago, el mantenimiento del equilibrio ácido/base, el funcionamiento de músculos y nervios y la producción hormonal. Antioxidantes Los antioxidantes naturales son fundamentales para mantener el sistema inmunitario del cachorro fuerte. Por eso un buen pienso para cachorros debería siempre contener antioxidantes naturales como tocoferoles, que actúan como Vitamina E.
Además de todos estos ingredientes, no hay que olvidar que un alimento de calidad debe ser lo más digestible posible para favorecer un rápido aumento de peso de los cachorros. La digestibilidad en los piensos para cachorros es un elemento clave.
¿Hay que suplementar el pienso para cachorros con calcio?
Aunque hace algún tiempo se creía necesario suplementar el pienso para cachorros con calcio, hoy día se sabe que un exceso de calcio durante la etapa de desarrollo puede favorecer la aparición de trastornos esqueléticos, articulaciones engrosadas, malos aplomos, osteocondrosis, etc. Además, las dietas con cantidades elevadas de calcio pueden provocar una disminución de la absorción de zinc y cadmio, llevando a una disminución del apetito, pelo sin brillo y áspero, problemas oculares y epidérmicos.
Elegir un pienso para cachorros adaptado
No todos los cachorros tienen la misma velocidad de crecimiento. Los cachorros de razas pequeñas crecen y se desarrollan mucho más rápido que los de tamaño grande. Así, un gran danés alcanzará su pleno desarrollo entre los 18 o 24 meses, mientras que un Chihuahua ya lo habrá hecho a los 6 meses de edad. Por eso es necesario escoger un pienso para cachorros adaptado a las características concretas de cada perro. La ración de pienso diaria recomendada debe repartirse como mínimo en unas tres tomas al día hasta los seis meses de edad, teniendo en cuenta que en estas edades la capacidad de absorción del aparato digestivo del cachorro todavía es limitada. Ingerir un volumen de alimento excesivo podría provocar diarreas y vómitos en el cachorro. A partir de los seis meses ya podríamos reducir a dos las tomas de alimento al día. Es necesario controlar de cerca cuánto come al día un cachorro porque, sobre todo en razas grandes, una ingesta excesiva de calorías podría provocar un crecimiento excesivamente rápido y los consecuentes problemas osteoarticulares. Es imprescindible que el crecimiento sea lento y controlado. Por: Equipo Veterinario Nutro