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conjuntivitis en perros: causas, síntomas y tratamiento

La conjuntivitis en perros es una enfermedad comun. Sus causas pueden ser variadas. Te contamos todo lo que necesitas saber sobre este problema ocular en el siguiente articulo.

Conjuntivitis en perros: causas, síntomas y tratamiento

La conjuntivitis en perros es una enfermedad común. Sus causas pueden ser variadas. Te contamos todo lo que necesitas saber sobre este problema ocular en el siguiente artículo.

¿Qué es la conjuntivitis?

La conjuntivitis se produce cuando la membrana conjuntiva que recubre la parte blanca del ojo y el interior de los párpados se inflama. La conuntiva no es perceptible a simple vista ya que es translúcida y muy delgada, con textura viscosa. Pero, cuando se irrita, se muestra enrojecida y provoca picazón, ardor y lagrimeo constante. La conjuntivitis es una enfermedad muy común en perros, igual que en personas. Sus causas pueden ser variadas. En general, este trastorno ocular no afecta la vista de forma permanente aunque puede dificultar la visión debido al lagrimeo y la hipersensibilidad a la luz que provoca.

Causas y tipos de conjuntivitis en perros

En perros, la conjuntivitis más frecuente es debida a algún cuerpo extraño que se ha introducido en el ojo o bien al contacto ocular del perro con alguna planta irritante o la picadura de algún insecto. Sin embargo, también puede ser síntoma asociado de enfermedades graves como el virus del moquillo. Veamos las principales causas de conjuntivitis en perros:

  1. Conjuntivitis alérgica: se produce cuando ocurre una reacción alérgica, que suele ser momentánea y no contagiosa. Habitualmente está producida por el contacto del perro con alguna planta irritante, la picadura de algún insecto, por ácaros, polen, etc. Pero también puede producirse cuando el ojo del perro entra en contacto con algún producto cosmético o de higiene del hogar que irrita la conjuntiva. A veces, incluso, un perfume puede irritar el ojo del perro si entra en contacto directo con la membrana ocular.
  2. Conjuntivitis vírica: causada por un virus, como puede ser el del moquillo. Se propaga y se contagia con facilidad y es de más difícil tratamiento que la conjuntivitis alérgica. Puede ser un síntoma de una enfermedad sistémica o generalizada, por eso es el tipo de conjuntivitis más preocupante.
  3. Conjuntivitis bacteriana: es producida por una bacteria y, como en el caso anterior, es contagiosa, aunque no se considera síntoma secundario de ninguna enfermedad sistémica o generalizada.
  4. Queroconjuntivitis seca o síndrome de ojo seco: Este tipo de conjuntivitis en perros es una enfermedad común. Se caracteriza por una inflamación crónica de las glándulas lagrimales, la córnea y la conjuntiva. Ello hace que se produzcan menos lágrimas y de peor calidad, lo que reseca el ojo y termina dañando la córnea. El Síndrome del Ojo Seco puede relacionarse con el virus del moquillo.

Síntomas de la conjuntivitis en perros

  • Enrojecimiento de la esclerótica (la parte blanca del ojo).
  • Lagrimeo excesivo.
  • Legañas, que pueden adquirir un color verdoso si se trata de una conjuntivitis vírica o bacteriana.
  • Dolor ocular: el perro intentará no abrir el ojo, o tocárselo contínuamente con la pata.
  • Hipersensibilidad lumínica: cuando la conjuntiva está irritada, la luz molesta en exceso y el perro evitará las zonas con mucha luz o cerrará los ojos cuando entre en contacto con la claridad.
  • Inflamación de los párpados o blefaritis: en ocasiones los párpados pueden incluso pegarse debido a las legañas.

ENROJECIMIENTO

Como explican desde el equipo veterinario de VidaVet, el enrojecimiento del ojo en cualquier proceso de conjuntivitis en perros es debido a que el organismo se esfuerza por llevar más sangre (y, por tanto, más defensas) a las zonas afectadas.

LAGRIMEO EXCESIVO

Las lágrimas son, en realidad, líquido que el ojo excreta con el objetivo de lubricar la zona afectada, limpiarla y, por tanto, defenderla de aquello que está irritándola. El aumento de la secreción lagrimal, por lo tanto, es un mecanismo de autodefensa del organismo.

¿Qué perros son más propensos a presentar conjuntivitis?

En general, la conjuntivitis es una enfermedad común en perros. Ahora bien, aquellas razas que tienen los ojos más prominentes y, por tanto, menos protegidos como los Carlinos o los Pequineses son más propensos a sufrirla.

Tratamiento de la conjuntivitis en perros

Ante cualquier síntoma de conjuntivitis en perros, siempre es necesario acudir al veterinario para que diagnostique el tipo y el tratamiento adecuado. Nunca debemos medicar por decisión propia.  Habitualmente, en el caso de las conjuntivitis que no son secundarias a otras enfermedades sistémicas, el tratamiento se basa en la limpieza del ojo con suero fisiológico y gasas estériles, y la aplicación de antiinflamatorios esteroideos vía oral o inyectada. Habitualmente no se recomienda ningún fármaco de aplicación tópica porque la absorción cutánea es difícil y porque la zona ocular es muy delicada, lo cual lo hace prácticamente imposible.   Mucha gente todavía cree que un buen remedio para la conjuntivitis en perros es untar una gasa estéril con infusión de manzanilla calmante para lavar el ojo del animal. Sin embargo, el veterinario Carlos Quintana advierte:  

"El agua de manzanilla es un remedio que mucha gente piensa que es efectivo para limpiar los ojos del perro, pero está demostrado que no es así, ya que puede provocar más irritaciones. Lo más recomendable para mantener los ojos del perro limpios es el uso de suero fisiológico”.

Cómo prevenir problemas oculares en perros

Lo más importante a la hora de prevenir la conjuntivitis en perros es mantener una buena higiene ocular y una alimentación adecuada que haga que las defensas del perro estén en plena forma.

  • Limpiar frecuentemente los ojos del perro con una gasa estéril y suero fisiológico (nunca con infusión de manzanilla) para retirar las legañas y la suciedad acumulada.
  • Cortar el pelo del perro de alrededor de la zona ocular para evitar que la suciedad acumulada en él se introduzca en el ojo y pueda dañarlo.
  • Evitar que el perro entre en contacto con productos químicos, por ejemplo productos de limpieza del hogar. Esto es importante porque podría provocar, también, afecciones respiratorias.
  • Mantener las revisiones periódicas en el veterinario al día.
  • Alimentar al perro con una dieta equilibrada y de calidad que fortalezca su sistema inmunitario.