Enseñar a un perro a tumbarse es una de las órdenes de obediencia que cualquier curso básico de adiestramiento incluye entre sus prioridades. En este post te explicamos cómo entrenar y usar este comando. El “tumbado” es una de las órdenes que se incluyen dentro de la llamada obediencia básica (ven aquí, sienta, tumba y quieto). Esto es porque mantener a un perro tumbado y quieto puede ayudar en un sinfín de situaciones del día a día. Enseñar a tu perro este comando te ayudará a mantener un mayor control sobre él, sin necesidad de usar la fuerza física para mantenerlo tranquilo y estático.
¿Por qué enseñar a un perro a tumbarse?
Las órdenes de obediencia son una herramienta esencial en la educación canina. Enseñar a un perro a quedarse tumbado y tranquilo cuando se lo pedimos es muy útil para controlar ciertas situaciones cotidianas que, de otro modo, podrían hacer difícil el día a día junto a nuestro perro. Un “tumbado” puede utilizarse tanto para poder llevar a un perro con nosotros a un restaurante como para calmarlo cuando está en un estado de agitación después de una pelea con otro perro, por ejemplo. Es decir que este comando puede ser útil en situaciones muy variadas.
Eso sí, si queremos que nuestro perro aprenda a tumbarse y quedarse tranquilo, tenemos que entrenar este comando de una forma amable, y no utilizando la fuerza física o herramientas de castigo.
Para un perro, estar tumbado es una posición natural. Todos los perros saben tumbarse, pero la dificultad es lograr que lo hagan cuando se lo pedimos. En realidad, sólo hay que tener un poco de paciencia y nuestro perro pronto aprenderá. Sin embargo, debes tener presente que enseñar a un perro a tumbarse requiere esfuerzo por las siguientes razones:
- Un perro tumbado puede sentirse vulnerable ya que ésta no es una posición que le permita defenderse de forma rápida si algo le asusta. Esto puede ser un problema, especialmente, con los perros miedosos.
- En algunos perros jóvenes, las ganas de explorar el entorno o, simplemente, la necesidad física de quemar energía, pueden dificultar la obediencia.
- Un perro que no está tranquilo y relajado preferirá adoptar una posición de alerta y no tumbada. Por eso, a veces, es tan difícil lograr que un perro obedezca cuando le pedimos que se eche en ciertas situaciones.
Cómo hacer que tu perro se tumbe
En adiestramiento canino, el aprendizaje de cualquier orden se divide en varias fases. Es la manera más adecuada de asegurar que el perro entiende lo que le pedimos y aprende progresivamente, afianzando cada avance en el aprendizaje. Fase 1 Enseñar al perro a tumbarse con premios y sin añadir, todavía, la palabra “Tumbado”. En esta primera fase podemos utilizar cualquier premio comestible que le guste a nuestro perro y colocárselo frente al hocico para que sepa que tenemos una recompensa preparada. Haremos el ejercicio en casa, en un lugar tranquilo y sin distracciones. Le pediremos a nuestro perro que se siente y, una vez esté sentado, colocaremos el premio frente a su nariz e iremos bajando nuestra mano lentamente hacia el suelo, entre las patas delanteras del perro. Al seguir la comida con el hocico, el perro bajará la cabeza, luego los hombros y, finalmente, se tumbará en el suelo. Para enseñar al perro a tumbarse correctamente, habrá que repetir este ejercicio varias veces al día, en tandas de no más de 10, y hasta que veamos que el perro se tumba de forma natural en cuanto le ponemos el premio en el hocico e iniciamos el movimiento de la mano. Una vez logrado eso, iremos retardando un poco la entrega del premio. Primero un segundo, luego dos, luego cinco, etc. Así le estaremos enseñando a nuestro perro a aguantar en la postura y a no levantarse inmediatamente. Fase 2 Progresivamente, iremos haciendo menos evidente el gesto de nuestra mano al bajar, y lo transformaremos en una señal gestual que el perro identifique con la orden “tumbado”. Finalmente, tendremos que conseguir que el perro se tumbe tan sólo cuando movamos ligeramente la mano hacia abajo. Fase 3 Introduciremos la palabra “Tumbado” (o la que queramos utilizar) justo antes de empezar a bajar la mano. De esta forma, estaremos asociando una señal verbal al comando, para luego poder usar la orden verbal y lograr que el perro se tumbe. Fase 4 Ahora entrenaremos lo que se llama la permanencia del perro en la postura. Porque enseñar a un perro a tumbarse no consiste sólo en lograr que se eche sino en conseguir que permanezca en la posición durante el tiempo que le pidamos. Para ello, le pediremos al perro que se tumbe y nos alejaremos un paso, volveremos, y lo premiaremos. Y así progresivamente, alejándonos cada vez más. Es importante no querer avanzar demasiado rápido porque el perro podría levantarse antes de tiempo. Fase 5 Repetiremos la Fase 1, 2, 3 y 4 en la calle, en un lugar tranquilo, y luego iremos aumentando progresivamente las distracciones: perros, niños y coches alrededor, etc. De nuevo, lo haremos de forma muy paulatina. Es mejor afianzar el ejercicio y luego seguir avanzando que ir demasiado deprisa y provocar que el perro se levante antes de tiempo. Es lo que, en adiestramiento, se denomina generalizar la conducta: lograr que el perro entienda el comando en cualquier situación, esté donde esté. Además de estas 5 fases, para enseñar a un perro a tumbarse es importante entrenar la orden alejándonos de él en todas las direcciones, no sólo de frente. De esta forma el perro aprende a esperar esté donde esté su propietario.
Problemas que puedes encontrarte a la hora de enseñar a tu perro a tumbarse
- Tu perro no se tumba sobre el suelo de casa: algunos perros son muy sensibles y prefieren tumbarse sobre superficies templadas o acolchadas. Prueba a ponerle una alfombrilla. Después podrás ir probando poco a poco en otras superficies, pero para empezar es importante facilitarle el aprendizaje al perro.
- Tu perro no se motiva con el ejercicio: intenta no hacer demasiadas repeticiones seguidas. Más vale poco y bien que mucho y mal. Intenta, también, aumentar el valor del premio y elegir algo que realmente le encante a tu perro.
- Tu perro parece no entender el ejercicio: vuelve a empezar y ve más lentamente. Intenta que el gesto de tu mano sea lo suficientemente explicativo para enseñarle a tu perro a tumbarse. No la muevas demasiado rápido, dale tiempo para seguirla con el hocico.
ADVERTENCIA
Si al enseñar a tu perro a tumbarse ves que le cuesta aprender a estar tumbado, no te frustres y, sobre todo, no lo culpes. Vuelve a empezar el ejercicio y hazlo de forma muy progresiva.
Y recuerda: los perros no hacen los ejercicios “mal”, simplemente a veces somos nosotros quienes no hemos sabido explicarles qué les estamos pidiendo, o hemos pretendido correr demasiado.